miércoles, 25 de febrero de 2009

Plan Bolonia: ¿Nos vamos a rendir sin más?


Hace unos meses una gran parte del alumnado de este centro estuvo en huelga. Pero… ¿Conocemos el motivo de fondo de la misma? ¿Sabemos qué va a ocurrir con nuestra educación? ¿Nos importa nuestro futuro? ¿Sabéis que si seguimos así no va a importar la capacidad de las personas, sino su posición económica? ¿Nos vamos a rendir sin más o vamos a luchar por una educación justa e igualitaria?

Estos años hemos sufrido una privatización de la educación pública; tratan de convertirla en parte en un negocio más del que sacar jugosos beneficios. La educación pública, digna y gratuita, debería ser un derecho universal y no una fuente de lucro para unos pocos a costa de la mayoría. Y es que los planes de Bolonia significan la privatización de la universidad. Defendamos la universidad pública.

Con los planes de Bolonia se acaban las diplomaturas y licenciaturas para transformarlas en grados y postgrados. Los grados serían un título devaluado. Quien quiera realmente tener un título con posibilidades reales tendrá que realizar un postgrado, lo que viene a acostarle por encimas de los 3.500 euros. Las becas serán insuficientes. Actualmente la beca de mayor cuantía es de 2.500 euros.

Pero lo peor es que el gobierno apuesta por sustituir las becas por préstamos bancarios que, por supuesto, tendrán que devolver. Quieren hacer de la enseñanza universitaria un gran negocio.

Los planes de Bolonia impulsan la privatización de la universidad pública. Las universidades se dividirán en universidades de primera, para aquellos que se lo puedan costear, y universidades de segunda para aquellos que tiene más dificultades económicas. Vamos hacia el modelo americano.

Muy vinculado a los planes de Bolonia está el endurecimiento de la selectividad que entraría en un futuro y que ya se está elaborando, sin contar con los estudiantes. La nueva selectividad, además de introducir un examen oral de idioma extranjero, busca endurecer el acceso a las carreras universitarias más demandadas introduciendo unas pruebas, en toría voluntarias, pero que realmente serán obligatorias, y que contarán en la nota final ¡más que el propio bachillerato!.

Todos juntos, estudiantes, profesores, trabajadores y familias debemos parar este ataque y defender el derecho de una educación digna, de calidad, gratuita y para todos.


Macarena Martín, Ángela Martínez, Gloria Jiménez (4º ESO-A)

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