¿Quién dijo miedo? Andrea, de 2º de ESO C, nos propone un minirrelato que nos pondrá los pelos de punta...¡¡Podría pasarte a ti!! ;-) Espero que os guste:
La extraña mansión
Hace días, salí de mi casa con una amiga a dar un paseo cerca de la playa. Estaba oscureciendo cuando vimos una intensa luz a unos pocos metros de donde estábamos. Para curiosear, nos acercamos con mucho cuidado a ella porque no era de fácil acceso, entre tantas rocas y arbustos espinosos. Cuando llegamos allí, resultaba ser una enorme mansión de aspecto muy antiguo y destartalado. Al entrar, había unas enormes habitaciones con relojes muy extraños, que marcaban una hora equivocada. Miramos bien toda la mansión, bajamos una larga escalera que conducía al sótano y de repente hubo unos ruidos muy raros y empezaron a dar vueltas enloquecidamente todas las manillas de aquellos relojes. Nosotras, asustadas, corrimos hasta salir de la mansión. Pero la puerta estaba bloqueada y tuvimos que saltar a través de una pequeña ventana hasta conseguir salir de aquel extraño edificio. Parecía que habíamos estado pocos minutos allí dentro, y cuando miré mi reloj me di cuenta de que habían pasado más de dos horas...
Escrito por Andrea Prieto Mayo 2ºESO C
Hace días, salí de mi casa con una amiga a dar un paseo cerca de la playa. Estaba oscureciendo cuando vimos una intensa luz a unos pocos metros de donde estábamos. Para curiosear, nos acercamos con mucho cuidado a ella porque no era de fácil acceso, entre tantas rocas y arbustos espinosos. Cuando llegamos allí, resultaba ser una enorme mansión de aspecto muy antiguo y destartalado. Al entrar, había unas enormes habitaciones con relojes muy extraños, que marcaban una hora equivocada. Miramos bien toda la mansión, bajamos una larga escalera que conducía al sótano y de repente hubo unos ruidos muy raros y empezaron a dar vueltas enloquecidamente todas las manillas de aquellos relojes. Nosotras, asustadas, corrimos hasta salir de la mansión. Pero la puerta estaba bloqueada y tuvimos que saltar a través de una pequeña ventana hasta conseguir salir de aquel extraño edificio. Parecía que habíamos estado pocos minutos allí dentro, y cuando miré mi reloj me di cuenta de que habían pasado más de dos horas...
Escrito por Andrea Prieto Mayo 2ºESO C
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