domingo, 4 de abril de 2010

Visita al Archivo Municipal de Carmona







El día 20 de octubre de 2009, los alumnos de 4º de Diversificación visitamos el Archivo Municipal de Carmona, instalado junto con la Biblioteca Pública José María Requena y la Hemeroteca, en la antigua casa de los Dominguez, hermoso edificio del siglo XVIII que destaca por su decoración geométrica y su patio porticado.


Varias fueron las anécdotas que nos acontecieron aquel día, que comenzó con un buen desayuno en la cafetería de Antonio (aunque alguno, como Vicente, no se conformó con el acostumbrado bocata y se comió durante el trayecto hasta 4 bocadillos). Fuimos andando y Ricardo, nuestro profe del ámbito Socio-lingüístico, nos acompañó con su bicicleta. Atravesando la feria un joven desocupado se hizo el interesante pasando y repasando con su coche a toda velocidad muy cerca de nosotros, pobre idiota, pensamos.


Una vez allí. nos recibió el archivero municipal, Enrique Vallespí, hombre simpático y agradable que hablaba con acento de otra comunidad, era amigo y antiguo compañero de facultad de nuestro profesor. Nos explicó su función en el Archivo comenzando por la organización de los documentos allí custodiados, clasificados por fecha y nombre; antiguamente mediante fichas, ahora por ordenador, disponiendo de un catálogo informatizado. Luego nos enseñó patrones municipales, libros muy antiguos y muchos documentos, entre ellos el más antiguo de todos, un Privilegio Real otorgado por Alfonso X a Carmona en 1252. En el Archivo había documentos históricos desde esta fecha, y protocolos desde 1540 en adelante. En este archivo se custodian 2483 legajos y 2799 libros, cuenta con una sala de conservación de documentos municipales y una sala de investigación, bueno, mejor dicho un "pasillo", en el cual tres investigadores estudiaban con mucho interés y delicadeza documentos antiguos.


Enrique nos hizo pasar a la sala de archivos notariales donde nos enseñó las estanterías corredera, muy prácticas pero muy caras (unos 6000 € cada una), también entramos en el archivo histórico, donde vimos los detectores de incendios, uno de los peligros de su conservación. A renglón seguido, nos explicó precisamente cuales eran algunos de los grandes enemigos de la historia escrita además del fuego. La termitas, que atacan al mobiliario; los pececitos de plata, que comen el papel; la humedad (por ello los extintores no son de agua); y la tinta ferruginosa, usada en el siglo XVI hasta que se dieron cuenta que oxidaba las páginas.


Al terminar la jornada, Enrique nos dio unos folletos informativos y de las exposiciones realizadas en el Archivo, y nos hicimos unas fotos como recuerdo de nuestra visita. Quedamos satisfechos y sobre todo sorprendidos al saber de la existencia de toda esa documentación que recoge nuestra historia y de la que en un principio estábamos tan ajenos.

Fdo: los alumnos de 4º de Diversificación.

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