Entrevista al pintor carmonense Manolín Fernández en su estudio

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         -  ¿A qué edad comenzó a pintar? Bueno, a qué edad, pues yo desde niño muy pequeño pintarrajeaba. Y ya después, en el colegio, sobresalía sobre mis compañeros en la pintura. Dibujaba por ejemplo, me acuerdo de ello, a los niños que los profesores castigaban en la pared… es curioso.

-         -  ¿Cuándo surgió su interés por la pintura? Pintar lo que se dice pintar… fue cuando mi padre, que tenía una tienda de tejidos en la puerta de Sevilla, invitaba al maestro José Arpa a que subiera al balcón para pintar, y yo me sentaba a su lado. El maestro se dio cuenta que yo mostraba mucho interés por lo que hacía, y me pidió que le llevara las láminas que dibujaba en el instituto, que aún conservo. Entonces me invitó a pintar con él. Yo alternaba la pintura con la tienda de mi padre y así comencé. Todo esto transcurría en la puerta de Sevilla, la tienda estaba adosada a la muralla (ya hoy no existe). Hice mis primeros cuadritos, que regalé, como es natural, a mis padres y a mis amigos. Y José Arpa me dijo que yo lo que tenía hacer es vender y así fue  como vendí mis primeras pinturas por indicación del maestro.

-         -  ¿Le viene de familia su vocación por la pintura? Sí, mi bisabuelo era pintor, Pérez Hurtado, el padre de mi abuela Consuelo; y un hijo suyo que era Pérez López que también fue intor. Ellos pintaban lo natural de aquella época, sobre todo motivos religiosos. El maestro José Arpa se acordaba de mi bisabuelo, concretamente recordaba que cuando era niño se asomaba a su estudio de pintura.

-        -   ¿Desde pequeño quería ser pintor? Eso se lleva dentro, pero que quería ser pintor no y vivir de ello menos aún. Yo quería ser piloto de aviación. E hice el servicio militar en Tablada, pero me dediqué más bien a limpiar el polvo a los aviones… fijaros si cambió la cosa.

-        -   ¿Qué pintores ha tenido como referencia o más le han influido? No cabe duda que el principal fue mi maestro José Arpa. Pintábamos todo al natural, que es como se aprende… cuando íbamos al campo, él me ponía delante, para que no le copiara, y así fuera yo desarrollando mi propio estilo. ¿Qué pintores han influido más en mi pintura? Sobre todo los paisajistas. Que es lo que a mí más me gusta pintar, los paisajes.

-        -   ¿Cuál fue su primera venta? Fueron dos cuadros sobre el Alcázar de Carmona, donde hoy se encuentra el Parador que entonces no estaba, uno desde el interior de la muralla y otro desde el exterior, y se los vendí a D. Joaquín Fernández Esteban, en 100 pesetas cada uno, y con marco. La familia aún los conserva en la calle san Felipe; yo voy algunas veces a verlos y me recreo en ellos; cuántos recuerdos.

-         -  ¿Intentó dejar de pintar en algún momento? Nunca, nunca se me ha pasado por la cabeza. Yo disfrutaba y disfruto pintando, los sábados por la tarde, los domingos… Mi tiempo libre era para pintar. Me dí a conocer primero en Carmona y después en Sevilla, Jerrez, Cádiz, Madrid…. Yo nunca hice una exposición… me compraban los cuadros a mí y ellos hacían las exposiciones. Llegó un momento que dejé la tienda de mis padres y me dediqué a la pintura y a la restauración. Porque he restaurado también muchos cuadros. Aprendí del maestro Carrera, que era el conservador del museo de Sevilla, aprendí a  dorar, restaurar, entelar, etc. He restaurado muy bueno cuadros... Por ejemplo todos los cuadros del archivo de la Iglesia de Santa María, por encargo de D. José Antonio Gómez Coronilla, han sido restaurados por mí.

-         -  ¿En qué se inspira cuando va a pintar? Bueno, pintar lo que uno no le gusta es muy difícil. Y yo casi todo lo que he pintado ha sido por encargo… Yo me he ido metiendo… Muchos cuadros de encargo, cuando los comienzo, me cuesta hacerlo, pero después terminan gustándome… He pintado de todo: panaderías, hornos, puertas, fachadas… y después me han gustado todos y cada uno de ellos. Yo me digo, hay cosas que si no te las encargan no las harías nunca.

-          - ¿Su cuadro favorito? Tengo cuadros… muchos… en Japón, Venezuela, Méjico, Alemania… tenía un marchante que llevaba mis cuadros por toda España… Yo he visto cuadros míos en Zaragoza…

-        -   ¿Cuál es el motivo que más ha pintado, es quizás la Virgen de Gracia? Sí esa pintura la he repetido mucho, pero también otras vírgenes, también muchos bodegones…

-         -  ¿Qué es lo más extraño que le han encargado para pintar? Pues eso, una panadería, es lo más raro que he pintado; es lo mismo que pintar un cuarto de baño. Pero me meto y disfruto.

-        -   ¿Sigue ud. pintando? Sí, ahí tengo varios cuadros empezados, otros están esperando el marco… Las paletas que utilizo con el tiempo las pinto con algún motivo en lugar de rasparlas y se las dedico a mis amistades.

-        -   ¿Cuántas horas dedica a la pintura? Por las mañanas y por las tardes; nunca he pintado por la noche. Yo tengo que pintar al óleo con luz natural porque necesito ver los colores tal como son; eso sí las acuarelas algunas las he hecho con luz eléctrica.

-         -  ¿Tiene algún hijo pintor? Sí, mi hijo Mariano  que tiene su estudio en Alcalá, mi hijo José Antonio, mi hijo Manolo y mi hijo Fernando que también es restaurador. Tengo un hijo tenor, mi hijo Eduardo. Es una familia de artistas.

-         -  ¿Por último, qué le diría a los jóvenes? Hay que trabajar mucho. Yo tuve mucha suerte en encontrar un buen profesor, mi maestro José Arpa; me pegué a él, y eso que mi padre no lo veía bien, no veía porvenir en la pintura… y yo seguí, me sacrifiqué. Los jóvenes tienen que luchar y sacrificarse en la vida.

-        -   ¿Ud. se siente reconocido en Carmona? Si, me encuentro muy a gusto; mis paisanos son muy buenos conmigo. Estoy muy agradecido que me hayan hecho hijo predilecto de la ciudad.

Fernando Fernández Mancera, Miguel Castejón Roldán, Jesús Garrido Pérez y Juan Manuel Rodríguez Muniz