Nuestros chicos además de pasárselo muy bien adquirieron una gran experiencia humana. Todos recuerdan las personas conocidas: "...conocer a gente y convivir con ellas", nos comenta Miguel, algo similar relata Fernando; "conocí muy buenas personas y nuevos amigos" reconoce Alfonso; " son inolvidables las personas conocidas, tanto amigos hechos allí como el personal de servicio que nos atendía día tras día" como dice Desiré. Todo es alabanza para los trabajadores del Crucero: "el trato de la tripulación era magnífico, gente de todo el mundo que demostraban que les gusta su trabajo", afirma Laura."los trabajadores eran muy agradables" asevera Pablo.
A destacar también el nuevo mundo descubierto; ese barco enorme: "impresiona ver el crucero desde cerca, y por dentro es grandísimo", se sorprende Álvaro; esas visitas: "la primera excursión a Túnez...donde conocimos una cultura totalmente distinta. Y Roma ¿qué decir de Roma? sólo se me ocurre una palabra, ÚNICA. De Córcega me llevo sobre todo la playa, !vaya paisaje¡", nos describe Mª del Carmen; y en fin, esos monumentos: sobre todo lo que más gustó fue la Fontana de Trevi, así lo atestiguan los comentarios de Andrés, Gracia, Antonio, y a destacar el de Carlos " cuando vi la Fontana di Trevi, pensé que mi lugar estaba en Roma". Carlos además tuvo la fortuna de reencontrarse con familiares: "gracias al crucero por llevarme a Ajaccio, porque allí viven mis tíos..."
Lo más triste fue sin duda la despedida: "me dio mucha pena irme, ya no creo que hagamos más un crucero todos juntos" reflexiona Marina; "para mí fue una gran tristeza irme del barco" asegura Miguel. Sin embargo la conclusión más positiva no es otra que la del objetivo inicial y real de todo viaje fin de curso: la convivencia entre todos los participantes, Marta lo define muy bien: "aparte de hacer muchos amigos de diferentes sitios, entre nosotros nos hemos cogido más confianza y nos llevamos mejor" ¿a que no os lo imaginábais" FIN
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