La errónea idea que
la educación actual promueve (inconscientemente) de que hay que estudiar para
los exámenes, debe ser revocada y sustituida por el deseo de saber y del
aprendizaje, para eso hay que despertar el interés incondicional del alumno por
la materia, cosa que sólo puede conseguir el profesor y para lo que necesita la
ayuda del entorno. Al terminar el ciclo de educación obligatoria, los
estudiantes deben ser capaces de aplicar sus conocimientos a la práctica y de
desarrollarlos correctamente en cualquier momento porque esos conocimientos han
sido interiorizados.
Por todo esto, con nuestro diseño de cómo sería la enseñanza
obligatoria en un sistema educativo utópico pretendemos una interiorización del
conocimiento que ahorrará la repetición de los mismos un curso tras otro, así
como la promoción de la aplicación práctica de dichos conocimientos en la vida
diaria.
PLANTEAMIENTO GENERAL
Las clases empezarían
el día 15 de septiembre y acabarían el 30 de junio, nueve meses y medio. El
curso se dividiría en un trimestre y un semestre, independientes uno de otro,
con períodos de vacaciones en Navidad (dieciséis días) y en Semana Santa (diez
días) y en Feria (4 días). El primer trimestre iría desde el 15 de septiembre
hasta el 22 de diciembre, seguido de un período de vacaciones de dieciséis
días, hasta el siete de enero. El semestre comprenderá el periodo entre el
siete de enero y el 30 de junio con vacaciones en Semana Santa y en Feria .En
el trimestre y el semestre se estudiarán distintos conocimientos de forma que
aquel alumno que no haya adquirido los conocimientos programados a aprender no
se vea coartado para continuar avanzando en otras áreas del conocimiento en el
periodo siguiente. Como norma general las clases serían impartidas cuatro días
a la semana (lunes, martes, jueves, viernes). Las horas del miércoles se
realizarían el lunes y el martes por la tarde, ya que creemos que con un día al
completo libre el rendimiento aumentaría. Nuestro sistema educativo utópico
comienza con alumnos de dos años de edad, ya que es el momento perfecto para
aprender el respeto a los compañeros, al profesor y para empezar a desarrollar
su autonomía; si bien no empezará con material curricular propiamente dicho
hasta los seis años y durará hasta los dieciséis de forma obligatoria. Este
sería un sistema transitorio hasta que la sociedad comprenda y valore la
importancia de la enseñanza, y se consiga valorar, respetar, reconocerlos como
autoridad y admirar a los docentes. Su labor es la más digna de loa, no sólo
forman futuros profesionales, sino futuros ciudadanos lo cual es bastante más
importante. Una vez pasada esta transición y conseguida la concienciación
social, los padres estarían preparados para dar a los hijos la primera parte de
su educación, con lo que la edad de inicio podría ir subiendo progresivamente
hasta la edad de siete años. Por supuesto nuestro sistema educativo habría de
apoyarse en medidas de conciliación laboral que deje tiempo a los padres (ya
concienciados) para llevar a buen fin la educación en familia de los hijos
hasta los trece años, ya que pensamos que si la educación en valores se
comienza temprano, a los trece estará ya más que instaurada en la personalidad
de los infantes. Hay que tener en cuenta que serían necesarios al menos veinte
años para completar una transformación de este tipo, y habría que contar con la
colaboración política, ya que es un proyecto a tan largo plazo, que pasarán probablemente varios
gobiernos de distinto signo político y deben estar involucrados en dicha
reforma y creer en ella. Habrá que dotar a los profesores de cierto poder, que
ellos usarán para ir ganando autoridad, para eso la labor con los padres será
intensa, se les exigirá la participación en la educación de sus hijos y se les
orientará convenientemente por el equipo de pedagogía de cada centro, incluso
será competencia de los centros educativos (orientadores), que la parte
familiar de la educación funcione, consideramos que es muy importante evitar la
dejación de funciones de los padres en la educación de los hijos. Si todo se
hace correctamente, cuando los niños tengan diez años se podrá retirar, siempre
progresivamente, el seguimiento en su educación familiar, pues ya formarán
parte de su personalidad los valores de
esfuerzo, solidaridad, empatía, igualdad, espíritu de superación, curiosidad,
ansias de saber, respeto, tolerancia y buenas maneras.
SISTEMA
Nuestro sistema educativo utópico constaría de:
1) Una primera etapa desde los dos hasta los doce años, que
estaría subdividida en dos ciclos:
a) Desde los dos hasta los seis años de edad aproximada, ya
que abogamos por un sistema de aprendizaje que no se base en la edad, sino que
ésta sea solamente orientativa y que desarrollaremos más adelante. En este
primer ciclo sería muy importante, en la medida de lo posible, que el mismo
docente acompañara a los alumnos en las mismas áreas de conocimiento, ya que
esto le da una perspectiva acerca de los progresos, las capacidades y las
necesidades a nivel particular. Además también crearía un vínculo con las
familias y serían vistos por éstas como una ayuda y no como un enemigo contra
el que luchar. A esta edad parece adecuado dar
una formación personal en valores, en ningún caso académica. Se
fomentará de cara al futuro la curiosidad y las ganas de aprender de forma
intuitiva, sin calificaciones, sólo una breve descripción a los padres del
estado de la formación de sus hijos para que éstos se impliquen en la misma y
refuercen la acción del profesor. El profesor tratará a cada niño
individualmente, dejando que se desarrolle por sí mismo, aunque guiando sus
pasos e incentivando la colaboración entre los compañeros. No puede haber
ninguna duda en que exteriormente hay que reconocer la autoridad del profesor,
es la forma en que se refuerza la función docente. En este ciclo, a pesar de no
haber formación curricular, es fácil que la natural curiosidad de los niños y
la pericia del profesor los anime a
empezar a leer, escribir, contar, etcétera.
Es un periodo de formación que
ayudará a desarrollar en los alumnos todas sus capacidades sin coacción, de
forma natural. Las clases no se nombrarán por números, así se evita la
comparativa entre unos niveles y otros, los niños se agruparán siguiendo el
criterio de “tipo de capacidades a desarrollar”.
Se tendrá especial cuidado en la elección de los profesores
en este ciclo, ya que será la base de los siguientes. En cuanto a la cantidad
de alumnos por clase no debería superar la ratio de cinco alumnos por profesor,
si bien en un mismo aula podrán ejercer su función varios profesores.
La jornada será de cuatro horas diarias, desde las diez de
la mañana hasta las dos de forma obligatoria. Sin embargo la disposición de los
centros será desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde, al
objeto de que los niños estén siempre a cargo de personas comprometidas con su
formación (profesores o padres
preferentemente).
Los centros para cada ciclo serán exclusivos, es decir, no
concurrirán en el mismo centro ciclos distintos.
b) Desde los seis hasta los trece años. Será un periodo de
formación intensiva en conocimientos generales, pero nunca centrado en la
realización de exámenes, sino en la adquisición e interiorización de
conocimientos. Para ello se fomentará la aplicación a la vida diaria de la
materia objeto de estudio y se pedirá a los alumnos que busquen ejemplos en su
entorno para aplicar lo aprendido. Esa será la misión de los trabajos en casa,
la observación de su ambiente y de cómo lo aprendido en clase le ayuda en su
vida diaria. No habrá por tanto deberes como tal, sólo el desarrollo práctico
de los conocimientos de forma que los conceptos se fijen en la memoria, no a
base de repetición para memorizar, sino a través de mecanismos de relación
mental. De esta forma los conocimientos adquiridos no se olvidan con tanta
facilidad como cuando son simplemente memorizados. La valoración que los
profesores hagan para los padres se
incluirá la actitud y la capacidad de los alumnos para resolver los
problemas o curiosidades de la vida diaria a través de los conocimientos
adquiridos, si bien no se excluye la posibilidad de exámenes tipo oral, es más
cada clase será un examen de este tipo, con lo cual se evitarán las trampas de
los alumnos y se repartirá el trabajo en el tiempo, dejando así las tardes
libres para el desarrollo de competencias específicas, ajenas al sistema de
educación obligatoria, que gocen del interés de los alumnos.
Los profesores serán titulados en magisterio y deberán
demostrar habilidades sociales para incentivar a los alumnos incluso por encima
de los conocimientos que posean, aunque sin descuidar este aspecto. Sin
embargo, para educar a estas edades, la prioridad máxima será la transmisión de
valores, por lo que los profesores tendrán que ser modelos sociales apreciados
por todos los ciudadanos, de esta forma su autoridad en las aulas será
reconocida con mayor facilidad y será exigible este reconocimiento tanto a los
alumnos como a los padres y a la sociedad en general. No olvidemos que en esta
etapa se afianza la base de una educación posterior que quedará muy marcada por
la asimilación de los valores adquiridos en esta edad. Será por tanto una fase
delicada de todo el sistema educativo, y
para llevarla a buen fin no se escatimará en la recompensa a los
profesores, ya que mucho es lo que se les exige y muy importante lo que han de
conseguir.
El reparto de alumnos en las distintas aulas se hará en
función de las aptitudes y no de la edad, se evitará la numeración de las aulas
y su clasificación por cantidad de conocimiento, de forma que el hecho de
pertenecer a un aula u otra no signifique tener mejor preparación, sino más
adecuada a las aptitudes de los alumnos.
El horario de clases
será de ocho a dos y media con un descanso de diez minutos entre clases, es
decir, seis clases de cincuenta minutos con descansos de diez minutos y un
descanso de cuarenta minutos (entre las once menos diez y las once y media).
Las clases se conducirán de la siguiente manera en términos generales, si bien
cada profesor podrá ejecutarlas según su decisión siempre contando con el
objetivo último de la transmisión de conocimientos y la asimilación de éstos
por parte de los alumnos: el profesor indicará un tema que los alumnos habrán
de desarrollar en dos días, con las herramientas que estimen oportunas. El
primer día en el plano teórico, todo en clase. Los alumnos tendrán la
posibilidad de contar con el profesor en cuestiones puntuales. El profesor
guiará la investigación del tema y decidirá si se hace en forma grupal o
individual, alternando ambos sistemas y rotando los componentes de los grupos,
favoreciendo así la heterogeneidad de intereses dentro de los grupos y dando a
la vez valor al esfuerzo individual. En el segundo día se expondrá el tema por
algún alumno o grupo de éstos y se complementará con las aportaciones de los
demás y del propio profesor. Así el papel del profesor es de apoyo en el
conocimiento y los alumnos lo percibirán como una ayuda importante y no como
alguien a quién engañar para sacar nota.
2) De los trece a
los dieciséis años. En esta etapa se tratará el conocimiento de forma más
especializada, de acuerdo con las preferencias y aptitudes de los alumnos. En
esta etapa el conocimiento intuitivo quedará complementado con otros sistemas
que preparen al alumno para poder asimilar gran cantidad de información cada
vez más específica.
Para esta etapa se exigirá de los alumnos una dedicación
importante, habrá trabajo en casa, si bien éste dependerá de la cantidad de
trabajo desarrollado en clase, de forma que la cantidad de materia a estudiar
diariamente no exceda de dos horas de trabajo en casa, salvo en el caso de que
no se hayan aprovechado las clases como debieran, cosa que si los valores
pretendidos se asimilaron en su momento no ocurrirá.
En esta etapa, la
clase de los miércoles sería potestativa, el profesor podría decidir dejar el
día libre en el caso de que los alumnos necesiten ponerse al día con sus
tareas.
Los profesores habrán
de ser licenciados en la materia que impartan, y deberán pasar una entrevista
en la que además de demostrar sus conocimientos, demuestren su capacidad para
transmitirlos y sus habilidades sociales para el trato con jóvenes en una edad
tan difícil. En estas edades sigue siendo importante la ejemplaridad de los profesores,
quizá aún más importante. Los profesores dirigirán las clases de la misma forma
que en el ciclo anterior, o sea, dando
prioridad al desarrollo de los temas por los alumnos, pero tendrán libertad
para estructurar las materias a impartir y los contenidos de las mismas,
respetando los mínimos establecidos por el gobierno central. Los alumnos habrán
de probar sus competencias en las materias estudiadas casi a diario, a través
de las respuestas a las preguntas del profesor o del trabajo que se realiza en
clase.
Este sistema de desarrollo de los temas por los alumnos, les
enseña a buscar la información que necesitan, en el momento que la necesitan y
a usarla como mejor le convenga, ahorrando tiempo en explicaciones que
normalmente se pierde por desatención y aburrimiento de los alumnos ante las
clases magistrales. Además también posibilita la mayor profundización en los
temas por parte de aquellos alumnos con más interés o más capacidad por ellos.
Los alumnos con necesidades educativas especiales estarán
integrados en los mismos centros, compartirán los espacios comunes, aunque por
supuesto con profesores y medios adaptados a las necesidades individuales de
los alumnos.
Al final de cada ciclo o etapa se realizará una valoración
por personal externo a los centros educativos, con el objetivo de la mejora
constante y de verificar la idoneidad del profesorado y el aprovechamiento por
parte de los alumnos. No obstante, habrá ojeadores externos dependientes del
Gobierno central que visitarán los centros educativos regularmente. Creemos que
este sistema detectará los posibles fracasos de forma temprana en todos los
ciclos de la educación obligatoria, y ofrece vías de solución para los alumnos
con problemas, ya que contaremos con aulas
para las distintas áreas de conocimiento (nunca para los distintos
niveles, los niveles se pueden desarrollar individualmente dentro del mismo
aula). No hay por tanto un momento previsto para adquirir unos conocimientos,
sino sólo la necesidad de adquirirlos, pudiendo, y a criterio exclusivo del
departamento de pedagogía, que también supone un pilar importante en la primera
etapa de nuestro sistema ir cubriendo esos conocimientos en el momento adecuado
en el caso de alumnos con problemas.
Hacemos hincapié en que las distintas aulas no suponen
distintos niveles, sino desarrollo de
unas competencias u otras en la segunda etapa, al igual que desarrollo
de las distintas capacidades en la primera.
SELECCIÓN DEL PROFESORADO
Es importante que las
personas que se vayan a dedicar a la docencia sean las idóneas.
En el caso de profesores de primaria, antes de entrar a
cursar estudios superiores de educación infantil o magisterio, se deberá hacer
una selección entre los aspirantes. Una selección no basada en los
conocimientos, que ya se adquirirán en estos estudios, sino más bien en la
capacidad de transmitirlos y de entusiasmar con sus explicaciones, en su
capacidad de autoanálisis, en su falta de prejuicios y en sus valores
predominantes. Durante los estudios superiores también se reforzarán estas
aptitudes. Es mucho el daño que se le hace a un niño de cara a su formación
cuando un profesor no lo incentiva, no
lo valora, o no lo tiene en cuenta. Esta
selección en un primer momento evitaría la frustración a profesores ya
titulados pero sin vocación o con conocimientos pero sin aptitud para la
enseñanza.
Cada centro deberá hacer su propia selección del profesorado
pensando en sacar de sus alumnos el máximo partido, ya que pensamos que sería
positiva una clasificación de los colegios atendiendo a sus resultados.
Ha de ser una de las profesiones mejor pagadas, si no la
mejor, ya que su tarea requiere gran responsabilidad y exigencia. Estarán
sometidos a la evaluación constante de su trabajo y de los resultados
obtenidos, y el salario irá en relación
directa con los mismos.
DISTINTOS TIPOS DE CENTROS
Los centros tendrán un espacio físico de referencia, pero en
la medida de lo posible y de la materia que se imparte, la clase podrá
trasladarse a otra ubicación, por ejemplo a un parque a la hora de estudiar los tipos de hojas, al
laboratorio o al museo dependiendo de la materia, para facilitar el aprendizaje
intuitivo y la fijación de conocimientos por relación en lugar de por
memorización. Esta elección será potestativa únicamente del profesor, aunque
previo aviso, que no autorización, de la familia.
Administrativamente, en nuestro sistema utópico tienen
cabida tanto los centros públicos como los privados y concertados, si bien,
todos deben cumplir con las líneas de conocimiento estipuladas por el Gobierno
central.
No se admitirán los
centros educativos unisex salvo que esté
convenientemente cubierta la oferta educativa gratuita para ambos sexos, y sólo
se admitirán en la segunda etapa. Este
sistema que proponemos está basado en los valores morales, por tanto no se
entiende la educación diferenciada para niños y niñas. Sin embargo, en respeto
a las distintas visiones de los padres se consentirá la educación diferenciada
privada, nunca sostenida con fondos públicos, y como ya hemos dicho sólo en la
segunda etapa, cuando los valores exigibles ya han sido inoculados en los niños
y sólo requieren el refuerzo. En estas circunstancias poco sentido tendrá la
educación diferenciada, ya que lo lógico será elegir el centro adecuado a las
capacidades que se pretende que desarrolle el niño, según los resultados
obtenidos por los centros y no por el criterio de si estudian en el mismo
centro ambos sexos. Entendemos que con la concienciación de los padres en la
importancia de la educación estos criterios serían los adecuados, sin embargo
en la etapa de transición hasta alcanzar dicha concienciación sí sería
entendible la elección de un centro de educación diferenciada.
FINANCIACIÓN DE LOS CENTROS
La educación obligatoria ha de ser gratuita y debe estar
financiada por el Gobierno central, al objeto de que no haya desigualdades
entre las comunidades autónomas por las diferentes prioridades en unas u otras,
colaborando así en la buena formación de los niños que sufren la movilidad
geográfica laboral de sus padres. La financiación pública se hará de forma
equitativa que reduzca hasta hacer desaparecer las diferencias entre las
dotaciones mínimas de los distintos centros.
En cuanto a los niños que permanezcan en el centro hasta las
cinco de la tarde, el colegio les proporcionará una comida y una merienda que
cumpla todos los estándares de comida saludable sin abonar cuantía alguna, evitando así que los niños se
vean diferentes por su distinto nivel económico. Si bien sería conveniente que,
si los hijos de familias con recursos económicos más que suficientes usaran
este servicio, se incrementara en la cantidad adecuada al coste del mismo, la
cuota del impuesto a pagar, ya que si no comen en el colegio comerían en casa.
En el caso de alumnos que vivan a más de tres kilómetros del
centro, el municipio en que se encuentre el centro deberá organizar el
transporte escolar, a cargo de los presupuestos municipales. Será gratuito para
todos los alumnos sin distinción en el caso de ingresos económicos dispares.
No obstante, no se excluye la posibilidad de dar entrada a
financiación por parte de benefactores privados. Esto habrá de hacerse con
total transparencia, a lo que ayudaría bastante que esas donaciones a los
centros educativos fueran desgravables por los donantes en su declaración de la
renta. El dinero de las donaciones no se usará para cosa distinta de mejora de
las instalaciones o de subvención para material escolar. Se evita así
discriminaciones positivas hacia los alumnos hijos de los donantes, ya que el
beneficio de la aportación se queda en el centro y en los alumnos no en el
personal. Este tipo de financiación puede ser muy importante una vez que la
población haya tomado conciencia de la importancia de la educación y será
síntoma inequívoco de la buena marcha del sistema educativo.
FINANCIACIÓN DEL
MATERIAL ESCOLAR
El material escolar de los alumnos se proveerá en los
centros educativos. Será gratuito para todos los alumnos, evitando así
distinciones entre los más y los menos afortunados económicamente. Esta distinción
se solventará vía declaración de hacienda y de patrimonio, en la que la
aportación de los más pudientes será proporcionalmente mayor que la de los
menos afortunados. Los libros estarán disponibles en soporte virtual al objeto
de tenerlos siempre disponibles sin que supongan gastos innecesarios ni peso
para los alumnos, que en muchos casos se ven perjudicados en su salud por esta
causa.
En cuanto al material informático, que requiere mayor
desembolso, será propiedad de los centros educativos. Se tratará de ordenadores
portátiles para su uso en el propio centro y del dependerá su mantenimiento y
petición de responsabilidades a los alumnos que los maltraten y a sus padres.
Pese a todo, será posible que en caso extraordinario, si un alumno necesitara usar
el material informático fuera del centro, sacarlo previa asunción de
responsabilidades por parte de los tutores del menor. Decimos en caso
extraordinario porque ya hemos dejado claro que en primaria los deberes en casa
no requieren material alguno, ya que están reducidos a la observación; y los
alumnos de secundaria pueden usar el material informático de las bibliotecas,
ya que sólo será necesario en contadas ocasiones.
EL PAPEL DE LA
FAMILIA
Será exigible a los padres, la total implicación en la
educación de los hijos, como ya dijimos. Y no sólo eso, se controlará por parte
de los centros educativos dicha implicación y en caso se falta reiterada a este
deber se acondicionarán centros para que los pequeños pasen la tarde en ellos y
donde se supla el interés que debieron mostrar sus progenitores. Sin embargo,
esto será considerado un fracaso del sistema que no habrá sido capaz de mostrar
cuán necesaria es la educación y formación de los menores. Estos pequeños, ya
que hablamos de niños entre dos y diez años, permanecerán de forma
extraordinaria aunque obligatoria, al menos hasta que sus padres sean capaces
de llevar a cabo su papel, desde las cinco hasta las ocho, pero en forma lúdica
aunque siempre incentivando los valores considerados objetivo por nuestro
sistema.
CONTENIDOS
El principal objetivo será la educación en valores, durante
el primer ciclo de primaria. Sin embargo se estimulará la curiosidad de los más
pequeños por el mundo que le rodea y por las formas de comportamiento
adecuadas, que más adelante evitarán problemas de desorden en las clases. En el
segundo ciclo de primaria, se continúan reforzando los valores y se comienza la
adquisición de conocimientos generales, de forma que el estudio no sea algo
tedioso y rutinario, sino ameno, por supuesto, conservando el orden necesario
en el aula; en la segunda etapa se buscará más el conocimiento específico y se
desarrollará la competitividad al objeto de que accedan a las enseñanzas
postobligatorias con espíritu de
superación y ambición.
El Estado central
establecerá unos contenidos mínimos aplicables a todo el territorio, cuestión
importante, ya que hay niños que tienen que cambiar con relativa frecuencia de
centro, dependiendo de donde sus padres tengan que desarrollar su actividad
laboral. También se fijarán los objetivos finales que pasarán por la
competencia lingüística, matemática, en tecnologías de la información y la
comunicación. En este sentido también
quedarán fijadas las horas de deporte.
Pero en cuanto al
resto de las enseñanzas, cada centro podrá planificar sus materias de forma
general, permitiendo que cada profesor
tenga libertad para elegir los textos o los métodos necesarios para
impartir su asignatura, así como concretar los contenidos de las mismas. El
profesor será el último responsable de los conocimientos que lleguen a los
alumnos y del resultado que éstos conlleven, también serán los primeros
interesados, no olvidemos que parte de su sueldo depende de su éxito.
En relación a los valores espirituales, se considerarán
importantes, por lo que se impartirán clases en las que se ensalcen, si hay
acuerdo entre los padres al principio del curso, serían clases de religión, y
en caso contrario sería ética la asignatura elegida, aunque dentro de ella
también se puede estudiar algo de la historia de las religiones.
-ASIGNATURAS TRONCALES EN PRIMARIA:
Matemáticas: 4 horas semanales.
Lengua: 4 horas semanales.
Ciencias Naturales: 3 horas semanales.
Plástica: 1 horas semanales.
Ciencias Sociales: 3 horas
Ed. Física: 2 horas semanales.
Inglés: 3 horas semanales.
Francés: 2 horas semanales.
-ASIGNATURAS OPTATIVAS DE PRIMARIA:
Religión o Ciudadanía: 1 hora semanal.
-ASIGNATURAS TRONCALES DE SECUNDARIA OBLIGATORIA;
Matemáticas: 4 horas semanales.
Lengua: 4 horas semanales.
Inglés: 4 horas semanales.
Francés: 3 horas semanales.
Alemán: 2 horas semanales.
Ed. Física: 2 horas semanales.
Ciencias Sociales: 3 horas semanales..
Física y Química: 3 horas semanales.
-ASIGNATURAS OPTATIVAS;
Religión o Ciudadanía: 1 hora semanal.
Plástica o informática: 1 hora semanal.
Biología o Tecnología: 3 horas semanales.
-ASIGNATURAS TRONCALES DE BACHILLERATO;
BACHILLER
BIOLÓGICO
|
BACHILLER
TECNOLÓGICO
|
BACHILLER DE
HUMANIDADES
|
BACHILLER DE
SOCIALES
|
BACHILLER DE
ARTE
|
Biología
3HORAS
|
Tecnología
3HORAS
|
Latín
3HORAS
|
Geografía
3HORAS
|
Imagen/sonido
3HORAS
|
Física y
química
4HORAS
|
Física y
química
4HORAS
|
Historia
4HORAS
|
Historia
4HORAS
|
Historia del
Arte
4HORAS
|
Anatomía
3HORAS
|
Dibujo técnico
3HORAS
|
Griego
3HORAS
|
Historia del
Arte
3HORAS
|
Dibujo técnico
3HORAS
|
Matemáticas B
4HORAS
|
Matemáticas B
4HORAS
|
Historia del
Arte
4HORAS
|
Economía
4HORAS
|
Dibujo
artístico
4HORAS
|
Lengua
3HORAS
|
Lengua
3HORAS
|
Lengua
3HORAS
|
Lengua
3HORAS
|
Lengua
3HORAS
|
Ingles
4HORAS
|
Ingles
4HORAS
|
Inglés
4HORAS
|
Inglés
4HORAS
|
Inglés
4HORAS
|
Francés
3HORAS
|
Francés
3HORAS
|
Francés
3HORAS
|
Francés
3HORAS
|
Francés
3HORAS
|
Alemán
2HORAS
|
Alemán
2HORAS
|
Alemán
2HORAS
|
Alemán
2HORAS
|
Alemán
2HORAS
|
Filosofía
2HORAS
|
Filosofía
2HORAS
|
Filosofía
2HORAS
|
Filosofía
2HORAS
|
Filosofía
2HORAS
|
Ed. Física
2HORAS
|
Informática
2HORAS
|
Literatura
2HORAS
|
Derecho
2HORAS
|
Interpretación
2HORAS
|
OBJETIVOS
Se tratará de obtener de cada alumno todo lo que pueda dar,
de instaurar en ellos un sistema de valores y prepararlos para aportar algo a
su entorno, como base para el desarrollo económico. Para ello se creará un
ambiente seguro y estimulante prestando atención a la formación física e
intelectual, se incentivarán el esfuerzo,
la creatividad y la responsabilidad
WEBGRAFÍA
http://www.aulaplaneta.com/2015/01/22/noticias-sobre-educacion/las-diez-claves-de-la-educacion-en-finlandia/
http://www.trabajarnoruega.es/educacion-noruega.htm
https://www.educacion.gob.es/creade/IrASeccionFront.do?id=106
César Jiménez Rodríguez
María Sánchez Caballos
Clara Ramos García
Inés Falcón García
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