Cómo viene siendo habitual en el Centro, el jueves previo al Viernes de Dolores, realizamos con los alumnos y alumnas una serie de actividades lúdicas para tener con ellos un contacto más de tú a tú y conocernos y convivir tambíén fuera del aula.
Es una actividad estrella, el concurso de tartas, en la que las alumnas, hacen sus pinitos en la cocina, a veces ayudadas por sus madres o como en el caso del pasado curso, tres alumnos asesorados por el padre de uno de ellos, con experiencia en panadería y pastelería.
Los deportes en los campos destinados a ello, son los que reunen a mayor cantidad de alumnos y alumnas, atraídos por el juego, la competición y el derroche de energía y felicidad que les reporta.
Este año además, se han estrenado tableros magnéticos de parchis y nuevos tableros de ajedrez que han atraído por su olor a nuevo y por la tranquilidad que se respiraba en las aulas, desprovistas de "elementos dispersivos".
Como olvidar la gymkhana en la que todos los profesores y profesoras implicadas atendían gustosos las preguntas de un sin fín de niños y niñas que corrían de un lado a otro por el patio ¡ESTO HAY QUE REPETIRLO!
Después de reunirse el jurado para la selección de las tres mejores tartas, calificadas por su presencia, su grado de dificultad y su sabor,todos los chicos y chicas además de todos los docentes, hemos gozado de la oportunidad de sumergirnos en el aroma del chocolate, del coco y de la crema, dando buena cuenta de dichas esquisiteces. Los lacasitos se los hemos dejado a los más jovenes. Se entregaron en el mismo momento los premios a las tres ganadoras, un libro para cada una.
Los premios del resto en el resto de los juegos, serán entregados a la vuelta de las vaciones.
Como broche final de fiesta, se proyectó la película KUNG-FÚ PANDA, que fue del agrado de mayores y pequeños.
Un día distinto, un día de convivencia. Todo está bien y volvimos a casa contentos. Hasta el próximo curso.
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