El niño robaba los libros de la escuela y se los llevaba a su casa, dándoselos a su madre.
La madre no le corregía este tipo de acción y normalmente no le llamaba la atención por nada.
El niño al ver que todo transcurría de forma normal, comenzó a robar relojes, oro etc.
Cada vez iba a peor y ya se veía que se iba a convertir en un delincuente peligroso.
Lo esposaron y lo llevaron al calabozo donde pasó un tiempo.
La madre pagó la fianza impuesta por el juez y el niño se puso muy contento de estar libre.
La madre, a partir de entonces tomó otra actitud y le reñía por todo lo que le parecía que estaba mal hecho.
El niño de todas modos había aprendido de su experiencia y ya se portaba de otra forma.
Pasaron los años y el niño se convirtió en padre de un niño que se parecía mucho a él.
Este pequeño aprendió a comportarse muy bien, porque su padre siempre estuvo pendiente de él.
FIN
Escrito por Jorge Reguero Chico 2º ESO D en la tercera hora de clase del día 27/05/09
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