lunes, 22 de noviembre de 2010

SE HACE CAMINO AL ANDAR, EN UBRIQUE

El pasado 10 del 11, en este curso 10/11, todos los cursos de 2º y 3ºA nos aventuramos a visitar Ubrique y sus alrededores. Fuimos 40 alumnos/as y 2 profesores, ya que los partes disciplinarios, la influencia de la crisis y otras causas no nos permitieron una mayor afluencia de público. El programa inicialmente propuesto abajo se explicita:

HORA APROX.

ACTIVIDAD PREVISTA

8:00

Salida desde el IES Arrabal (Carmona)

9:00

Desayuno por el camino

10:15

Llegada a Benaocaz. Tomaremos a pie la calzada romana hasta Ubrique (4 km.)

11:45

Llegada a Ubrique.

11:00

Entrada al Museo de la piel.

12:00

Salida del Museo.

12:15

Paseo por Ubrique y/o visita a empresa del sector de la piel.

13:15

Salida hasta Centro de visitantes de Ocuri (ciudad íbera y romana)

13:45

Comida en Ocuri (Centro de visitantes)

14:45

Visita de Ocuri siguiendo las instrucciones de un guía local (2 km).

16:15

Vuelta a Carmona

18:30

Llegada a I.E.S. ARRABAL (Carmona)












Como es normal en estos casos, ya desde el principio empezamos a acumular retrasos. Tal fue así, que al final

nos encajamos en Carmona sobre las 8 de la noche. De todas maneras, satisfechos/as puesto que habíamos completado una preciosa jornada.

Para empezar hay que indicar que casi se anula la excursión pues el día anterior caían “chuzos de punta”(“cats and dogs” para los ingleses). Aún así, y pese a que alguna predicción indicaba cielo nuboso y posibles lloviznas decidimos dar el paso adelante, pues los diversos medios no coincidían.

Ya de viaje, pasado El Coronil decidimos desayunar. Eso estuvo bien, porque a esas alturas ya contábamos con 2 vómitos en nuestro haber. De otra parte, el día estaba soleado, tan normal, mas a medida que avanzamos hasta la sierra de Grazalema el cielo se volvía más nublado, aunque no excesivamente amenazador. Por supuesto, pasado Prado del Rey la superatracción para todos fue contemplar la finca de Jesulín (Ambiciones).

Like a rolling stone

Después de más de 2 horas de viaje, desembarcamos en Benaocaz, donde un estrecho camino unipersonal nos indicaba la calzada romana junto a bastantes vacas pardas comiendo su verde pasto. Esta vía, a diferencia de lo que se aprecia en los videos de internet, tiene muchas piedras sueltas. Y por si fuera poco, debido a la humedad del ambiente estaban excesivamente resbalosas, sobre todo para los pazguatos/as que las pisaban en el centro. Milagrosamente, gracias a Dios que diría Juan Manuel Rodríguez, hay que indicar que no nos doblamos ningún tobillo, pero si otra vez realizamos este paseo, de seguro, llevaremos botas.

A bull´s egg and other stories

“Tardamos un sentío” en la bajada hasta Ubrique, pues algún personal del alumnado se lo estaba tomando con la calma que se toma los estudios. Tras llegar al Museo de la Piel cerca de una hora tarde, la encargada Maribel Lobato tuvo el detalle (“y tol arte”) de permitirnos la entrada para explicarnos la importancia y la extensa tradición de los trabajos de la piel del ganado en Ubrique. Quizás lo más llamativo para nuestros pupilos/as fue cuando nos enseñaron una bolsa negra, donde decían que los romanos guardaban sus monedas, y que nuestro alumno más aventajado definió, y con sus palabras, como un escroto de toro. “Un huevo”(sic). Asimismo nos mostraron pieles curtidas de salmón, cocodrilo, rana, pata de gallina, avestruz, reptiles y otros animales. Así como, diversas herramientas y productos finalizados.

Este pueblo históricamente ha elaborado curtidos de piel de vacuno, cabra y otros, aunque su situación cambió radicalmente en los años 60 cuando tras la realización de la presa de los Hurones se prohibieron las tenerías tal y como estaban concebidas por peligro de contaminación de las aguas. Por cierto, en muchos pueblos de Marruecos subsiste este tipo de procesado tradicional.

Otra curiosidad que nos contaron es relativa a la herramienta más famosa en los trabajos de la piel: la patacabra, y que según nos mostraron tiene un sonido peculiar cuando se choca contra la mesa de trabajo. Maribel nos contó que ese sonido es una seña de identidad de Ubrique.

Para finalizar, un último interés esconde este Museo para el visitante: la personal manufactura de un preciso al precio de 5 euros. Eso sí, ellos te lo ponen todo: la piel , los remaches y la prensa.

La visita al Museo estuvo genial, pero Maribel y Paco, día de hoy, no creo que opinen igual, pues nuestro calzado lleno de barro les dejó el mármol blanco repleto de restos de barro.

Ubrique es un pueblo blanco embutido entre las montañas (Sierras de Grazalema y los Alcornocales), y por tanto, muy diferente de nuestra Carmona. Asimismo, es un pueblo que ha basado su industria en desarrollar la potencialidad de sus recursos, muy distintos de los que aquí tenemos.

Siguiendo nuestra ruta bajamos al centro del pueblo y tuvimos una media hora para tomar algo o realizar alguna comprilla. Mas ligero, pues el conductor del autobús nos esperaba en un lugar cercano para subirnos la cuesta que lleva hasta el Centro de Visitantes de Ocuri, antigua ciudad romana e incluso, íbera.

Obelix, están locos estos romanos

Tomamos un ligero descanso contemplando el esplendor de una vista montañosa singularmente estratégica , que en algún modo similar a la de Carmona, pues se otean lugares bastante lejanos. Tras unos garbanzos con menudos “de muerte, abuela” procedimos todos a subir la cuesta pronunciada que llevaba hasta la cima de la montaña. Por el camino pudimos intuir como había sido la ciudad en su tiempo, pues se divisaban bastantes restos muy deteriorados: hornos para la cal, ruedas de molino, salas a refugio de las rocas, etc. Aunque lo que más interesó a las pupilas de nuestros pupilos/as fueron las cabras que bajaban por los riscos; así como, un curioso panteón funerario que estaba cerrado mediante unas rejas.

Tras subir algo más la cuesta llegamos a la zona donde aparecían restos de la antigua muralla que defendía la ciudad noble. Dentro de ella contemplamos diversos restos, pero los más impresionantes fueron los de los pozos (ya que el agua sube por capilaridad) y los algibes (cisternas). De todas maneras, el deterioro del lugar es acusado, pero en cambio “lo más grande” fueron las vistas que tiene la cima y que domina el pueblo de Ubrique, abajo; el paso de Villaluenga y otros lugares de interés.

There is a light that never goes out

Una vez bajada la cuesta nos montamos en el autobús para regresar. Pero cuando creíamos que nuestra aventura tocaba a su fin, surgió algo inesperado: el autobús no podía salir del Centro de Visitantes. El suelo chocaba con la calzada de la carretera y no podíamos girar. Tras rozar todos los bajos del autobús logramos salir, pero he aquí que esto no fue todo; pues en la bajada por la carretera estrecha, un coche que avanzaba a gran velocidad frenó estrepitosamente para no toparse con el lateral del autobús. El coche se metió en una gavia. Le costó salir. A todo esto llegaron los civiles y el revuelo de los alumnos/as por ponerse todos los cinturones de seguridad. Al final todo quedó en nada.

De vuelta se nos hizo de noche divisando Morón, y pasado El Arahal algún alumno preguntaba: “¿Queda mucho?”. A lo que tranquilos y cansados le contestabamos: “¿Ves esas luces que parecen ir hacia arriba? La más lejana es Alcalá, las dos que parecen juntas son Mairena y El Viso, y esta que tenemos justo enfrente nuestra es Carmona. Ya estamos en casa.”

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