lunes, 7 de febrero de 2011

hola amigos y amigas


Hoy, cuando estábamos desayunando estuve hablando con Juan José, el compañero de matemáticas, resulta que por error iba a dejar un cuento en estas páginas y no por error porque no me guste dejar cuentos por todos sitios, sino porque tenía pensado colgarlo en otro lugar y cuando me di cuenta y lo cancelé pues parece que se quedó la página vacía como señal de que había estado trasteando en las páginas del periódico. He entrado muchas veces para ver qué cosas nuevas habéis colgado y también he entrado porque iba a dejar unas palabras de... no sé como decirlo...¿agradecimiento? ¿despedida? ¿nostalgia?... no se como decirlo porque en realidad no puedo dejar ninguna palabra de ningún tipo en ese sentido ya que el agradecimiento me gusta mostrarlo en persona, la despedida no existe y a la nostalgia no le ha dado tiempo a llegar porque por suerte estoy junto a vosotros y todos esos sentimientos que podrían ser de estar más lejos, se han abortado desde el momento ese especial de septiembre en el que pude leer en la pantalla del ordenador el nombre del Centro al que por fin iría este año.
Lo más bello, quedarme valla con valla..ah, pero si no hay valla... jajaja, que ironías más estupendas del destino.
Muchos días me preguntan, en el "Maese Arrabal", alumnos/as y compañeros/as ¿Estabas mejor en el Arrabal o estás mejor aquí en el Maese?
Pues por suerte, tengo que contestar, gracias a Dios estoy muy bien en los dos sitios y con la felicidad de poder compartir mis nuevas vivencias en mi "antiguo" y entrañable Centro, al que voy cada día para seguir participando de los sucesos ordinarios o extraordinarios que allí ocurren, porque no se trata del lugar en sí mismo si no de las personas que aparecen en las páginas, durante estos seis cursos, del libro que conforma mi vida y que contribuye a mi crecimiento.
Ah, por supuesto no podía irme sin dejar el cuento que "por error" iba a colgar en este blog. Espero que os guste.

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