martes, 5 de marzo de 2013

Visita al Barrio de Santa Cruz, al Archivo de Indias y a la Catedral de Sevilla

Alumnos de segundo bachillertato de nuestro centro, acompañados por los profesores de religión y lengua, Juan Manuel y Fernando, han realizado un viaje cultural a Sevilla, visitando lugares tan emblemáticos como el barrio de Santa Cruz, el Archivo de Indias y la Catedral. De manera singular la visita se centró en la Catedral, visitando su interior, sus cubiertas y la Giralda. Y desde la altura pudimos contamplar la belleza y extensión de nuestra ciudad.

Crónica:
El día 13 de febrero, un grupo de alumnos de segundo de bachillerato, acompañado por nuestros profesores Juan Manuel Rodríguez y Fernando Martínez, compartimos un magnifico día de convivencia y, para ello, qué mejor sitio que la ciudad de Sevilla, esa ciudad tan nuestra y de la que se dice que ‘’tiene un color especial’’.

Partimos de nuestro centro a eso de las ocho y media de la mañana, para llegar a la capital hispalense sobre las nueve de la mañana. Una vez allí, guiados por nuestro profesor de Lengua y Literatura Fernando, descubrimos los rincones más íntimos y hermosos del barrio de Santa Cruz, el cual tiene su origen en la antigua Judería de Sevilla. Nos movimos por sus estrechas calles para llegar a algunas de sus plazas más significativas, como la plaza de Santa Marta o la plaza de Santa Cruz, con su cruz de la Cerrajería y que fue el emplazamiento del primitivo templo de Santa Cruz, donde enterraron al célebre pintor sevillano Murillo.

Dejamos el barrio judío para partir hacia el Archivo de Indias, no sin antes hacer una breve parada en el monumento a la Inmaculada Concepción, del que nuestro profesor de religión Juanma nos explicó que es un reconocimiento al dogma de la también llamada Purísima Concepción. Una vez en el Archivo de Indias pudimos ver los cientos de miles de documentos archivados en lo que a día de hoy es un museo, pero que durante siglos fue el centro de gestión de las relaciones económicas, políticas y sociales entre nuestra patria y el ‘’Nuevo Mundo’’.

Rondaba las once de la mañana cuando nos tomamos un descanso para desayunar, y qué mejor manera de hacerlo que contemplando la Catedral de Sevilla, nuestro próximo lugar de visita. Nos volvimos a reagrupar en una de las puertas de entrada a la Catedral, donde habíamos quedado con Borja, el guía que nos llevaría por todos los rincones del templo. Y cuando hablo de todos los rincones me refiero realmente a todos los rincones.

Tras una breve pero detallada explicación de la tipología de la Catedral, así como de su historia, que se puso a prueba a los que estudiamos Historia del Arte,  el guía nos hizo cruzar galerías y subir enrevesadas escaleras con un fin que merecía, sin duda, la pena: las cubiertas de la Catedral. Pocos son los afortunados que han podido disfrutar de dicha zona del templo, de sus elementos arquitectónicos (los arbotantes, las enormes vidrieras, etc) que, vistos en primer plano, nos recuerdan una de las señas de identidad del edificio: su monumentalidad.

También se pueden contemplar los trazos que los maestros constructores realizaron en el suelo para guiar a los operarios a la hora de realizar su trabajo.

Al llegar a la cubierta más alta pudimos disfrutar de una vista impactante de La Giralda, torre campanario de la Catedral y antiguo alminar de la que fuera también mezquita sevillana. Sería, pues, la Giralda nuestra última visita, aunque ya sin guía y de una manera fugaz. Rápidamente subimos al ‘’cielo de Sevilla’’ (al menos así fue hasta la construcción de la famosa torre Pelli) para contemplar en su totalidad la capital hispalense.

Este sería el fin de una jornada que terminaría de manera muy animada en el autobús de vuelta, con nuestra compañera Rosa dando muestra de su espléndida voz cantando canciones populares típicas andaluzas con las que se puso el cierre a un día magnífico.

José Luís Narváez Cabeza





























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