SEMANA DEL CONOCIMIENTO DEL
CEREBRO
El jueves 14 de marzo el grupo de
1º de bachillerato de ciencias participó, acompañado de su profesora de
filosofía, en la Semana
del Conocimiento del Cerebro organizada por la Catedrática de
Fisiología de la
Universidad Pablo de Olavide Agnés Gruart i Massó. La
actividad estaba organizada en cuatro talleres y de ellos nos van a hablar los
propios alumnos.
La profesora María Teresa Jurado
Parras estaba encargada del tema “Acción de las drogas en el cerebro”. En este
taller pudimos aprender cómo estas sustancias afectan al cerebro y cuáles son
sus consecuencias.
En primer lugar se mencionaron los tipos
de drogas más conocidas en nuestro entorno y sus efectos. Como por ejemplo:
·
Tabaco: provoca pérdida de memoria, dolores de
cabeza, bronquitis y cáncer de pulmón, boca, laringe y duodeno.
·
Alcohol: causa trastornos del periodo mensual,
impotencia sexual, enfermedades de hígado, alucinaciones, demencia y depresión.
·
Marihuana: actúa sobre la percepción del dolor,
sobre el humor, el hambre y el control muscular.
·
Heroína: bloquea la recepción de señales,
disminuye la capacidad intelectual, el apetito y la sexualidad.
También nos quedó claro que el uso
prolongado de drogas afecta tanto como cualquier enfermedad, por lo que su
consumo se considera una enfermedad crónica puesto que causa daños cerebrales
que pueden permanecer bastante tiempo.
Aprendimos cómo al mostrar a drogadictos
de alucinógenos dos fotos de una cara hueca (una representa la cara por la
parte de delante y la otra, por la parte de detrás) diferenciaban perfectamente
cuál era cada una, mientras que las personas que no los consumen veían las dos
fotos igual y creían que ambas representaban la cara del derecho.
Vimos también en imágenes la parte del
cerebro que es afectada mayoritariamente por las drogas y cómo se extiende.
Por último nos comentaron cuáles eran las
drogas legales y por qué. El alcohol es una droga legal extendida por todo el
mundo y sin embargo es una de las más adictivas y perjudiciales. Aunque afecte
más que cualquier otra droga que no esté legalizada, es un tipo de sustancia
con la que se saca muchísimo dinero y se hace mucho negocio, esto incita más a
las personas a tomarlo, y por eso está tan extendido.
Sara
Gutiérrez González
Del taller “Aprendizaje por
condicionamiento instrumental u operante” se ocupa el profesor Raudel Sánchez
Campusano, quien, como introducción al tema, nos explica unos conocimientos
básicos, tales como:
·
El condicionamiento operante es una técnica que
permite enseñar conductas para establecer relaciones entre un factor y la
conducta que produce en un individuo. El condicionamiento con refuerzo positivo
significa aprender qué respuestas hay que dar en una situación para obtener una
recompensa, mientras que con refuerzo negativo significa aprender qué
respuestas hay que dar para evitar una penalización (pequeña descarga
eléctrica, por ejemplo).
·
La manera de obtener un condicionamiento
operante es muy simple. Un ejemplo de ello es enseñar a un perro a que traiga
una correa cuando se le va a sacar de paseo. Para conseguir esto se necesita
tiempo. Hay que acompañar al perro hasta la correa, ponérsela en la boca y
hacer que la mantenga hasta la puerta. Si lo hace correctamente, se le premia
con comida, un juguete o una caricia. Este proceso se realiza durante varias
días, hasta que el animal asocia la correa con el paseo, entonces lo ha
aprendido.
A continuación observamos de
forma virtual uno de los aparatos más utilizados para el condicionamiento
operante, la caja de Skinner. Esta caja contiene una palanca un un
pequeño comedero a través del cual se le proporciona al animal un recompensa en
forma de comida. También pueden añadirse señales luminosas o auditivas. Además,
en algunos casos, hay objetos que desencadenan refuerzos negativos, como el
suelo de la caja que puede producir descargas eléctricas.
En esta caja con un programa llamado Sniffy
Pro se pueden configurar y realizar experimentos de forma virtual y simular
los mecanismos que usan los especialistas para explicar el aprendizaje de los
animales y las personas.
En la parte inferior de la pantalla puede
observarse una gráfica que indica el momento y la forma en que la aparición de la respuesta va a ir
seguida de un refuerzo. Es decir, se determina la cantidad de trabajo que
realiza el sujeto para conseguir su recompensa. Esto puede ser de dos tipos:
razón fija y razón variable. La razón fija significa que el refuerzo se recibe
cuando el animal realiza un número determinado de respuestas, mientras que la
razón variable significa que el número de respuestas puede cambiar.
La gráfica mencionada anteriormente que
muestra los registros acumulativos puede interpretarse de la siguiente manera:
·
La pendiente de las líneas ascendentes de la
gráfica muestran la velocidad con la que se emite la respuesta. Cuanto más
inclinada sea la pendiente, mayor serán la velocidad de emisión de la respuesta.
·
Las respuestas reforzadas están marcadas por
líneas cortas y oblicuas.
·
Cada ventana de registros acumulativos muestra
la conducta de presiones de la palanca durante 2 horas. La altura del registro
acumulativo es de 75 respuestas.
·
El tiempo discurrido entre una línea discontinua
y otra continua es de 5 minutos.
Más tarde, realizamos una demostración en
la que simulamos un condicionamiento operante de una rata que previamente ha
sido configurado bajo un programa de reforzamiento continuo (donde cada presión
de la palanca es reforzada con una pieza de comida). El ejercicio consistía en
variar la razón fija de forma gradual. Se observaba en la gráfica cómo la
pendiente aumentaba ya que la velocidad de emisión de la respuesta era mayor y
aumentaba también el número de veces que la rata debía presionar la palanca
para recibir su refuerzo positivo.
Así fue como concluyó la actividad de
aprendizaje por condicionamiento operante o instrumental.
María
Villa Delgado
Del taller llamado “Estructura
del sistema nervioso” se encargó el profesor Javier Márquez Ruiz. Comenzamos
con un repaso de las principales partes del sistema nervioso, como el cerebro,
el cerebelo, el tronco del encéfalo y la médula espinal. Después nos entregaron
unas láminas donde había cerebros de distintos animales y tuvimos que reconocer
dos, que sí se encontraban físicamente allí,y que resultaron ser de un conejo y
de un ratón. Seguidamente intentamos identificar las partes mencionadas anteriormente en cada uno de los
dos cerebros. Concluimos la actividad buscando neuronas a través del
microscopio en varios cortes cerebrales.
Me gustó esta actividad porque nunca antes
había tenido la oportunidad de utilizar un microscopio y mucho menos de tener
un cerebro de ratón o conejo en mis manos.
Julio Varela Pastrana
Del taller “Sensación y
percepción” se ocupó la profesora Rocío Leal Campanario. En él se realizaron
interesante y didácticas actividades, tales como comprobar la distribución de
los campos receptivos de las neuronas y del tacto en nuestro cuerpo,
comprobamos que la percepción de la temperatura depende de la experiencia, que
las ilusiones ópticas causan que el cerebro se confunda, a través de diversas
imágenes se mostró cómo el cerebro nos engaña y cambia o completa imágenes que
parecen ser algo que no son en realidad.
En primer lugar nos enseñaron cómo
percibimos los cambios de temperatura según la experiencia y por qué sentíamos
calor al meter una mano en agua muy fría, por qué sentíamos frío en la otra
mano al meterla en agua a temperatura ambiente y por qué al sacarlas de los
cubos sentíamos frío en una y calor en la otra, concretamente frío en la que
metimos en agua a temperatura ambiente y calor en la que metimos en agua muy
fría, si simplemente al sacarlas debíamos sentir la misma temperatura, pero el
cerebro tarda un tiempo en estabilizar la temperatura de ambas manos.
Nos enseñaron, con un compás de dos
puntas, por qué a veces notábamos un pinchazo y a veces dos, si realmente nos
pinchaban con ambas partes al mis tiempo en diversas partes del cuerpo. Y esto
se debe a que sólo pinchamos en la zona receptiva de una neurona, hasta que no
pinchemos en dos zonas receptivas de dos neuronas diferentes, no notaremos dos
pinchazos.
Por último, en este taller vimos cómo diversas
imágenes conocidas como “ilusiones ópticas” engañaban a nuestro cerebro, porque
éste al verlas tendía a formar, rellenar, unir o crear imágenes donde no las
había. Por eso nuestro cerebro nos engaña a menudo, aunque de manera
involuntaria por nuestra parte.
En resumen, estas actividades fueron muy
entretenidas y didácticas, además de interesantes.
Francisco José Rodríguez Gómez
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