Jornada cultural y de convivencia en Sanlúcar de Barrameda
El pasado mes de agosto visitamos
un grupo de profesores y alumnos, acompañados con de nuestras familias, la
mágica e histórica ciudad de Sanlúcar de Barrameda. Recorrimos sus calles,
visitamos algunos de sus lugares más emblemáticos y disfrutamos de su amplia
gastronomía. Una de las visitas más sorprendentes fue la visita a la Bodega de
Barbadillo. Allí nos mostraron sus diferentes caldos y, sobre todo, lo más
interesante, el proceso que siguen para convertir el zumo de la vid en vino. Y
qué vino. La manzanilla es sin duda su producto estrella; vino que se produce
solamente allí en Sanlúcar de Barrameda, por tener unas condiciones geográficas
y climatológicas únicas. Después, seguimos por sus calles, donde nos salían al
encuentro sus hermosas casas palacios, sus iglesias y conventos, sus bodegas,
su concurrida plaza de abastos y, sobre todo, sus gentes que tienen un trato afable
y servicial. Subimos al edificio más alto de la ciudad, al Hotel Guadalquivir,
y desde su gran terraza pudimos admirar
toda la hermosura de esta gran ciudad: el barrio alto con el bajo, la zona de
la Jara con los pinos de la Algaida, la plaza Cabildo con la Calzada, Bajo de
Guía con el Espíritu Santo… Y al final de la jornada nos fuimos acercando a la
playa para contemplar, además de su típica playa familiar, que es bañada por la
desembocadura del río Guadalquivir, el Coto de Doñana, que se divisa al fondo a
manera de decorado, pero en este caso lleno de vida. Aún quedaban unas horas
para contemplar quizás uno de sus más grandes atractivos, como es su puesta de
sol, un sol inmenso, anaranjado, que poco a poco se va escondiendo en el
horizonte de sus aguas, despidiendo así el día para entrar en la noche.
Juan Manuel Rodríguez
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