UN LARGO
CAMINO, QUE HA MERECIDO LA PENA
No se cómo empezar. Me vienen tantos recuerdos a
la memoria…
En nuestro recuerdo tenemos, el día en que entramos
por primera vez por esa puerta, llenos de nerviosismo…. Cuando pasamos al SUM y
nos sentamos con otros niños, sin saber que con muchos de ellos compartiríamos
grandes momentos durante tantos años. Jamás se borrarán todas esas experiencias
que hemos vivido durante tanto tiempo en este instituto, nuestra segunda casa.
Y ahora, tampoco olvidaremos el día que salimos por última vez, con muchas
menos ganas y ansia que las demás, por la misma puerta que llevamos atravesando
tanto tiempo.
Esta etapa
de mi vida ha sido, sin duda, una de las más importantes y de las más bonitas.
A ella le he dedicado todas mis mañanas y muchas de mis tardes desde hace 6
años. Aquí, en nuestro Arrabal, más que aprender Lengua, Matemáticas o Física
he aprendido sobre la vida. Aquí he aprendido a compartir, a diferenciar lo
importante de aquello menos importante, a soñar con todo lo que algún día
espero alcanzar… Quizás cuando leáis esto, no entendáis ni compartáis esta
nostalgia que yo siento, pero no os pido eso. Sólo
os pido que aprovechéis cada minuto en este gran instituto, que disfrutéis como
yo he podido disfrutar aquí. No voy a negar que se pasan malos ratos, ni
tampoco os puedo discutir que se sintáis incomprendidos por algunos maestros o
que os entre esa impotencia, desesperación o agobio con algunas asignaturas.
Pero, ¿sabes? Eso pasa, y lo que se queda dentro de ti, es todo lo que este
instituto dio por ti, y lo que tú diste por él. Se quedan esas maravillosas
excursiones de varios días, como la que realicé a Marbella o Granada, se queda
ese viaje de fin de curso 4º de ESO en el que vives momentos inolvidables (y te
das cuenta que el director no es tan serio), se quedan esos buenos ratos de
risa en clase, esos noviazgos pasajeros y no tan pasajeros, y, sobre todo, se
quedan esas amistades que, con suerte, serán para toda la vida.
También me gustaría recordar a todos esos
profesores, que con nuestros más y nuestros menos, han formado parte importante
de esta etapa de mi vida, como Juanma, Rocío, Irene, Jesús, Mercedes, Maite,
Carmen, Vicente, Joaquín, Gracia, Eugenia, Miriam, Javier, Noelia, Manuel,
Carlos, Marina, Juan, Concha y muchos otros que me han visto crecer y han hecho
que salga de aquí con mucho aprendido y algo tan digno como un título de
Bachillerato bajo el brazo.
Por último, quiero agradecer a mis compañeros
todos estos años que me han brindado, llenos de momentos únicos e irrepetibles.
Puedo decir orgulloso que de aquí, más que un grupo de amigos, salimos una gran
familia.
Recuerda, este no es un instituto más, es el IES
Arrabal. #arrabalisdifferent
Autor: Eduardo Fernández González
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