Hace ya diez años que dejamos Carmona y nos vinimos a vivir a esta orilla del Mediterráneo. Diez años no son nada o pueden ser una eternidad: depende, todo depende, como dice la canción. Cercano a los cincuenta y con ganas de seguir enseñando a otros alumnos, la verdad es que en el fondo todos somos iguales o no nos diferenciamos en mucho: somos huesos, carne, vísceras, órganos y alguna que otra neurona suelta, que a veces ya no hace ni masa. Sin embargo, y a pesar de los diez años transcurridos, todavía me queda el recuerdo de mi paso por el instituto. Es verdad que el contacto es mínimo ( un achuchón para Ángel) y es normal ; cuando uno decide cambiar de aires ,para bien o para mal, como dice Sabina: “ Al lugar donde fuiste feliz , no has de volver” , como Pedro Páramo cuando regresa a Comala. No voy a volver, es verdad, pero siempre quedará algo en mi debilitada memoria ya ajada por los años y como diría Sábato:” Mi memoria es selectiva, tiende a quedarse con lo positivo”. Son muchos los recuerdos positivos que quedan en ella y los negativos ya han sido borrados del disco duro, si es que los hubo. Me alegra ver que el centro sigue creciendo y teniendo como timonel a alguien tan profesional como Juan María. Recuerdos para todos aquellos que compartieron algo de mi vida (Juan María, Manolo, Ángel, María Victoria, Ana Noguerol, Asunción, Antonio Carmona, Ricardo, Juan José, José Juan, Juan Ramón ,etc). Pero , sobre todo, un abrazo a aquellos alumnos que compartieron conmigo horas de Lengua y Literatura y otros retales más. De ellos me despedí con don Antonio Machado y a ellos les dedico aquellos versos que salieron entrecortados de mi boca. Abrazos desde Torre del Mar al alcor sevillano.
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!
Diego Sanchez Criado
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